…ayudado de que vamos tomando decisiones… optamos pensando en el hoy y en el futuro… y sin querer nos encontramos en un punto en que, si miramos hacia atrás, no podemos creer todo lo que ha ocurrido en año y poco, en setenta y tantos jueves, en cuatrocientos y tantos días…
A medida que pasa el tiempo seguimos optando y eligiendo en función de continuar esa línea que nos marcamos, de estar, de compartir, de disfrutar…
Sabemos que llegado fin de noviembre, si no aparece otra alternativa, tendremos que posicionarnos nuevamente a ambos lados del océano y seguir buscando formas y caminos para que la distancia vuelva a desaparecer y podamos volver a compartir, estar, disfrutar…
Lo tenemos asumido y eso hace que, aparentemente, no nos afecte pero en sueños dejamos aparecer nuestros miedos: al abandono, agobio con el armado de maletas, viajes, volver al país que me vio nacer sin su compañía, dormir en solitario…
Por más que tengamos claro todo esto, estos miedos existen porque disfrutamos mucho de toda esta etapa de nuestras vidas, y, aunque sepamos que regresaré pronto o que irá seguido (y que ningún sobrecargo por maletas de IBERIA va a impedir que estemos nuevamente del mismo lado del Atlántico), somos así y no queremos perder ni un minuto más de nuestras vidas sin estar cerca, muy cerca…
Pero… como siempre hemos dicho, somos dos personas grandes y pensantes, por lo cual… algo se nos va a ocurrir!.
Mientras tanto, sigo pensando en las cosas que no han cambiado en todo este tiempo: una es que a ella le gusten las rosas amarillas y que a mi me encante regalárselas aunque sea solo en fotografías…
Nota: por si no se percataron aún, la música de júpiter ha pasado a ser un elemento más de la barra lateral que se actualiza semanalmente.
5 comentarios:
Creo que si que cambian las cosas, poquito a poquito, por eso, cuando luego girán de golpe, nos sorprendemos, porque hemos sido incapaces de ver como han ido cambiando.
A veces, los cambios dan miedo, pero creo que este es bueno para ti, para vosotras y seguro que serás/seréis felices. a mi también me gustan las rosas amarillas.
Amarillas... Fuertes, estridentes, desenfadadas, imponentes pero por sobre todas las cosas femeninas. Eso me inspiran las flores amarillas. Y seguro querida Pyxis q a ella le gustan y a tí regalárselas xq las une ese concepto. Van a poder seguir adelante, ya verás. Sólo pongan el carro en movimiento q los melones se acomodan solos.
Saludos argentinos.
De corazón te deseo que algo se os ocurra para que no os vuelvan a separar tantos miles de kilómetros, o que al menos, no sea por mucho tiempo.
Preciosas rosas amarillas!!
un beso, guapa
♦ Ya lo creo dintel, y me alegro que mantengamos la capacidad de asombro, eso hace que se disfrute aún más.
Besos...
♦ Si Ripley, este nuevo cambio también será bueno, y la felicidad está garantizada, creo.
Besos...
♦ Lu, me gustó mucho lo del carro con melones, hacía tiempo que no lo escuchaba/leía!!! tiene mucho de cierto en todos los órdenes de la vida.
Besos...
♦ Estamos trabajando en ello Frabisa, solo falta que alguna de las tantas ideas se convierta en realidad, y sino... siempre quedan las 12 horas de avión...
Besos...
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